Mary Halvorson Octet "Away With You" (JazzMadrid18. 2018-11-13) [Concierto] 1

Mary Halvorson Octet «Away With You» (JazzMadrid18. 2018-11-13) [Concierto]

Por Coolcat.

JazzMadrid18

  • Fecha: 13 de noviembre de 2018.
  • Lugar: CentroCentro – Auditorio Caja de Música. Madrid.
  • Grupo:
    Mary Halvorson Octet «Away With You»
    Mary Halvorson: guitarra
    Susan Alcorn: pedal steel guitar
    Dave Ballou: trompeta
    Jon Irabagon, Ingrid Laubrock: saxos
    Jacob Garchik: trombón
    John Hebert: contrabajo
    Tomas Fujiwara: batería

Mary Halvorson Octet "Away With You" (JazzMadrid18. 2018-11-13) [Concierto] 2

Fotografía promocional por © Kelly Jensen

Away with you, diamante en bruto

Podrían escribirse ríos de tinta sobre la parte media de los carteles de festivales. No se hace lo suficiente. Es uno de los mayores placeres que aportan estas multitudinarias citas. Mary Halvorson, natural de Massachusetts, es el mejor ejemplo. Cuenta con buenas referencias de la edición de JazzMadrid 2015. No obstante, su recibimiento es discreto. Un escaso auditorio en el Palacio de Cibeles es testigo de la cita. Pueden contarse algunos asientos libres. La hora tampoco acompaña. Menos aún un martes traicionero.

Mary Halvorson, en formación de octeto, defiende su disco Away with you de 2016. La propuesta no puede ser más contundente. Cuarteto de vientos por un lado. Dave Ballou a la trompeta, Jon Iragabon al saxofón alto, Ingrid Laubrock al saxofón tenor y Jacob Garchik al trombón. La sección rítmica corre a cargo de Tomas Fujiwara a la batería y John Hebert al contrabajo. Concluyen Susan Alcorn a la americana pedal steel guitar y la mencionada líder a la guitarra. Conjunto atípico en el jazz. Por ello doblemente apetecible.

Comienza el recital con “The absolute almost”, tercer corte del disco protagonista. El grupo carbura progresivamente. Sorprenden Mary Halvorson y compañía por varias razones. La primera de ellas es la ausencia de un lleno y respuesta absolutos en la sala. La segunda, la complejidad de su música. Recuerda al Mingus de discos como Let My Children Hear Music en ciertos momentos. Un buen registro del jazz más vanguardista de libre improvisación. Música visceral y caótica. Con cuerpo, arte y ensayo. Medida y cuidada al milímetro.

“Away with you”, tema homónimo, deleita con los primeros solos del octeto. Dave Ballou consigue la metamorfosis trompetil en Don Cherry. Lo mejor está por llegar. Tomas Fujiwara enmudece a banda y butacas con un terrorífico solo de batería. La respiración se corta por momentos. La banda retoma la composición. Se corresponden los aplausos y vítores. Mary Halvorson acompaña con tímidos fraseos. Una falta de mayor amplificación, o un tono más agresivo, impide captar con exactitud su discurso musical.

Continúa la defensa de Away with you en la palestra. Los temas se suceden con otros, no menos interesantes, de anteriores proyectos. Es el caso de “Fortune teller”. Permite a los saxofonistas lucirse con intrépidos solos que recuerdan a Dolphy o Coltrane. Por otro lado, el contraste de Susan Alcorn a la pedal steel aporta una riqueza en matices que suma con creces al total. Complementa el trabajo de Mary Halvorson a las seis cuerdas. Un trabajo onírico, con más arraigo en lo surrealista y fantasioso que en el jazz de libre improvisación.

“Inky ribbons”, último tema de Away with you, amenaza con ser la despedida del octeto de Mary Halvorson. Tras la presentación de los componentes, comienza un misterioso medio tiempo. Todavía se está a tiempo de ver a la guitarrista lucirse. El público necesita comprobar su fiereza. No sólo compositiva, suplida con creces, sino interpretativa. Sin embargo, vuelve a parapetarse en sus colegas. Lo cual no es malo. Pero sí óbice para calificar el concierto de sobresaliente. Finaliza y los músicos se despiden abrazados por un generalizado aplauso del respetable.

Por suerte, el conjunto deleita con un bis. De nombre “Rolling heads”, cuenta al fin con trabajo solista de la guitarrista. Una gran interpretación que bebe de maestros como Marc Ribot o el Bill Frisell más cafre. Constituye un fuerte alegato por la libre improvisación matizada hasta el extremo. Se trata de la estructura primigenia del jazz teórico sin su destrucción posterior. No se espera al anárquico Derek Bailey. Y eso está bien. Lo que sí se espera es un mayor desparpajo de Mary Halvorson. No es para menos, pues tiene mucho que decir y brillar.

Tomajazz.
Texto: © Coolcat, 2018

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