11 de diciembre de 2009

Pero... ¿qué pasó en Sigüenza?


Al hilo de la anécdota sucedida el pasado lunes en el concierto de Larry Ochs Sax & Drumming Core en el V Festival Internacional de Jazz de Sigüenza y su transformación en una noticia que incluso ha traspasado nuestras fronteras, quizás no estaría de más centrar el tema. A pesar de lo que se ha hablado y escrito, de los advenedizos (porque, hasta el pasado miércoles, ¿cuántos de los que han hablado sobre él habían escuchado a Larry Ochs y su grupo?), y de los errores de bulto que se han podido leer y escuchar, lo cierto es que en Sigüenza hubo un concierto. Un espectáculo magnífico, de gran nivel, que transcurrió con total normalidad, y en el que ni los músicos, ni los 195 espectadores allí presentes fuimos conscientes de nada de lo que sucedía en la puerta de la ermita de San Roque mientras la música sonaba en el escenario.

Larry Ochs presentó tres de las cuatro composiciones de Stone Shift, la tercera grabación de Larry Ochs Sax & Drumming Core, que fue grabada en 2007 y editada este mismo año en el sello francés Rogue Art. Precisamente el tema que da título a este CD fue el primero de los cinco que sonaron. Esta pieza está dedicada al director de cine japonés Akira Kurosawa y está concebida por Ochs como la banda sonora de un film imaginario. Su carácter tranquilo y pausado por momentos provocó que el saxofonista pidiese antes del concierto a los fotógrafos allí presentes que no realizasen fotografía alguna durante su interpretación, algo que por fortuna se respetó a rajatabla. El tema comenzó a dúo por los baterías Scott Amendola y Donald Robinson. Posteriormente se unieron el trompetista Natsuki Tamura y Larry Ochs al sopranino, y finalmente Satoko Fujii en su labor de teclista con un Roland A90 que por momentos nos trasladó a la década de los 80. En cuanto a la anécdota, es de suponer que este tema fue el responsable de que tuviera lugar, puesto que a continuación el quinteto interpretó "Abstraction Rising", tema también incluido en Stone Shift, de aromas coltranianos y que permitió disfrutar del trabajo de Fujii al piano. La siguiente pieza fue "Across From Over", el tema que abre Stone Shift, y que se puede interpretar como poseedor de una fuerte carga simbólica. La composición comenzó con un tour de force de Ochs al tenor frente a los dos baterías (la formación inicial de Larry Ochs Sax & Drumming Core). Tras su magnífico solo entraron en juego Tamura y Fujii (los nuevos componentes del grupo) y el carácter del tema cambió radicalmente, tornándose más abstracto y abriendo espacios para los solos de los músicos. La penúltima pieza fue una nueva composición totalmente distinta a las demás y que abre unas enormes posibilidades a este grupo. Concebida para la improvisación sin red del quinteto, los músicos fueron cogiendo y cediendo la dirección del tema, eligiendo a la vez a sus compañeros en esos pequeños viajes. Como estrategia creativa este tipo de piezas resultan muy arriesgadas, pero en las manos adecuadas sus resultados resultan fascinantes, con sus cambios sin previo aviso, contínuos y casi aleatorios de su centro de gravedad musical. Para finalizar Larry Ochs bromeó sobre el último tema, una nueva banda sonora imaginaria que en este caso estaba dedicada / inspirada por  David Cronenberg, y que según el saxofonista era la balada del concierto. Como bien supondrá quien haya visto algunas de las películas del canadiense la música tuvo momentos calmados y tensos, junto a otros crispados y nerviosos que reflejan los universos torturados que el director refleja en sus películas. Ese fue casi el final. Únicamente faltó una aparición del grupo en el escenario para saludar al respetable (no hubo bis aunque se reclamó aplausos mediante), que disfrutó de la mejor de las clausuras posibles para un festival que en la edición de 2009 ha permitido disfrutar de cuatro conciertos fantásticos y de primer nivel, al alcance de muy pocos festivales.

El resto de la velada es esa anécdota tan traida y tan llevada, algo por lo que posiblemente acabará por ser conocida la edición de este festival. Y es que una vez los asistentes desalojaron la sala, imagínense ustedes la siguiente situación...

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12 comentarios:

Anonymous Blue ha dicho...

Menos mal que alguien habla sobre el concierto, porque a este paso el personal, y lo que es más grave la edición de este año del Festival, solo se va a quedar con el "marujeo" de una anécdota y esa noche fué más importante e interesante lo que se ofreció encima del escenario.
Gracias Pachi por no quedarte en la mera anécdota e ir más allá.
Saludos.

11 de diciembre de 2009 11:49  
Anonymous chuso ha dicho...

Pienso que fue un gran concierto, con momentos realmente fascinantes, y ha sido tambien un gran festival, yo ni siquiera me entere de la anecdota, supongo que demasiado absorto en esa genial musica que nos propuso Larry Ochs.

Supongo que solo les falto a estos señores gritar aquello de ¡al pilon!

11 de diciembre de 2009 12:44  
Blogger Pachi Tapiz ha dicho...

Efectivamente, Chuso. Gracias por contar tu experiencia. La cosa ha tomado unas dimensiones enormes. Pero lo cierto es que los asistentes al concierto no se enteraron, los músicos no se enteraron, fue un gran concierto y creo que todos disfrutamos un montón con la música de Larry Ochs.
A ver si con todo esto además de las anécdotas, las risas y el cachondeo, hay quien se anima a sumergirse en su música, y de paso a ver si alguien se anima a traerlo para dar más conciertos el año que viene.

Blue: muchas gracias.

11 de diciembre de 2009 16:27  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Juan Jose Gonzalez GonzalezUn entendido del jazz tradicional y middle jazz como fue el franc ... Ver más...és Hughes Panassié, que escribió libros, no admitía el bop o jazz moderno y llegó a escribir en el libro HISTORIA DEL VERDADERO JAZZ-hay traducción española- que jamás admitiría que el trompetista DONALD BYRD -que hoy está considerado como un clásico importantísimo del jazz moderno - fuese un músico de jazz. Posteriormente, cuando surgió el free jazz en 1960 pasó lo mismo con público y críticos que ni lo admitían entonces ni hoy muchos tampoco lo admiten. Igualmente ocurre con el flamenco ¿ qué es flamenco ? ¿qué no es flamenco?.Está habiendo problemas con artistas de flamenco que meten a músicos de jazz en sus actuaciones. A este paso, para que no haya problemas habrá que llamar a los festivales (podría meterse, por ejemplo, en todos algún grupo de música africana) "DE JAZZ Y ALGO MAS" , o "DE JAZZ y MÚSICAS AFINES",o "DE JAZZ Y OTRAS MUSICAS",etc (por ejemplo si al festival se le añaden grupos de gospel o/y de blues, o de jazz-flamenco, o de música africana o con atonalismos del free jazz, de esta forma estos estilos cabrían bien en esas denominaciones sin que nadie protestase); y lo mismo habría que hacer con el flamenco.¡qué pena!
Nota adicional :Recuerdo que Miles Davis decía " Me gustaría que a lo que yo hago se le llame música a secas", y ha habido músicos de jazz negros a los que no les gustaba que se le llamase jazz a su música; decían que esa palabra es un invento de los blancos.
Gracias y un afectuoso saludo
Juan José González

13 de diciembre de 2009 23:00  
Blogger Radio Groove ha dicho...

Nunca me hubiera imaginado una situacion asi...Entonces muchos podremos quejarnos por la musica que nos ofrecen los medios y que ni a musica llega jajaja.
Saludos desde Mexico.

15 de diciembre de 2009 22:49  
Anonymous Anónimo ha dicho...

LAS MENTIRAS DE CHEMA GARCÍA MARTÍNEZ EN EL PAÍS

Por lo visto, Chema García Martínez prefiere llamar la atención a decir la verdad.
En las entradas de su blog (Jazz y otras hierbas) se lo veía encantado con la que montó. Afamados periódicos de Londres, Nueva York o Buenos Aires se han hecho eco de sus engañosas palabras y destacados músicos como Charlie Haden o Dave Douglas han comentado con sorna la -mentirosa- noticia del Festival de Jazz de Sigüenza.
Menos mal que en nuestra ermita había otros periodistas y éstos sí dijeron la verdad: Pachi Tapiz aquí en Tomajazz, Javier de Cambra en La Razón, Pablo Sanz en El Mundo. Ha quedado en evidencia que García Martínez y El País mentían al afirmar que:"Larry Ochs despertó tras una noche de pesadilla", "(el concierto)a punto estuvo de ser cancelado manu militari por la autoridad competente", "la sesión se fue así en un ir y venir de los implicados, ante el estupor de los intérpretes, que a duras penas podían explicarse el espectáculo que se les ofrecía", "La que se formó fue de órdago", "uno de los uniformados sometió la música de Ochs a una suerte de juicio sumarísimo…".
Ahora que sus engaños están quedando en evidencia, el periodista de El País de golpe quiere poner "punto final" al tema en su blog y censura con cobardía los mensajes que demuestran que nos engañó. Comprobadas las mentiras de García Martínez, su periódico debería pedir disculpas a sus lectores.

Juanjo (Sigüenza)

18 de diciembre de 2009 10:44  
Blogger Chema García Martínez ha dicho...

Uno piensa que todos los que le léen son seres racionales dotados de discernimiento, pero está claro que se equivoca. La respuesta a este comentario, lo encontrará el interesado, si es que lo hay, en mi blog "Jazz y otras hierbas". Por cierto: Pablo Sanz no estuvo en el concierto de Larry Ochs. Saludos a la peña.

18 de diciembre de 2009 14:30  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Mensaje para Juanjo y lectores de Tomajazz

Uno pensaba que los trapos sucios se lavaban en el vestuario y que los curas estaban para la cosa de los pecados. Veo que no, a tenor de la respuesta remitida a Juanjo de Sigüenza. En fin, tópicos que parece debemos seguir reproduciendo. Pues eso.

Mi ausencia el último día del Jazz Sigüenza era una circunstancia conocida por la organización y los profesionales allí congregados. A pesar de todo, entiendo que esa ausencia no desdice mi crónica, porque en ella sólo cuento lo que mis oídos escucharon las dos primeras jornadas del festival y no me pronuncio sobre Larry Ochs ni su concierto; simplemente le menciono. Ahí está el texo para las segundas lecturas que se necesiten.

Si uno quiere reponder, defenserse o ser cronista de la verdad, por favor, no metamos a terceras personas. Insisto, yo mis trapos sucios -y los de los demás- los lavo en casa, no los tiendo en la calle. Para muchos es una cuestión de profesionalidad; para mí...una cuestión de educación.

Pablo Sanz

Saludos a la afición del Jazz Sigüenza y a los lectores de Tomajazz

18 de diciembre de 2009 20:48  
Blogger Chema García Martínez ha dicho...

Hola Pablo. Bueno, ya ves a qué ha llegado todo esto. Absurdo, como diría el maestro Traberg. Solo quiero que sepas que mi mención a tu ausencia era en respuesta al comentario anterior. Por supuesto, el hecho de que no estuvieras no quita ni añade valor a tu crónica (y, desde luego, no soy yo quién para juzgar a un compañero). Simplemente le informaba al "colega" que tú no estuviste en el concierto de Ochs, dado que él te menciona. Soy consciente de que tú no tienes que ver con esta batalla que se ha generado y que, te confieso, me aburre soberanamente.Te respeto y respesto el compañerismo que me has demostrado en más de una ocasión. Un fuerte abrazo. Chema

18 de diciembre de 2009 21:33  
Blogger Antonio ha dicho...

Mariñas y Karmele creando escuela.
Demasiado frecuente en estos días ver como la prensa del corazón fabrica noticias y exclusivas con basura por el simple hecho de que eso vende. Demasiado doloroso constatar que la formula funciona en las ecuaciones de audiencias y popularidades y más aún, observando como en la cultura se reproduce la formula.
Quizá si no se hiciera protagonista de una crónica a expresiones del tipo “Larry Ochs despertó tras una noche de pesadilla", "(el concierto)a punto estuvo de ser cancelado manu militari por la autoridad competente", "la sesión se fue así en un ir y venir de los implicados, ante el estupor de los intérpretes, que a duras penas podían explicarse el espectáculo que se les ofrecía", "La que se formó fue de órdago", "uno de los uniformados sometió la música de Ochs a una suerte de juicio sumarísimo…" la noticia no hubiera tenido la trascendencia nacional e internacional que ha adquirido y la anécdota no hubiera sido lo más relevante.
Cuando luego aparecen criticas a lo que se podría llamar “el tono desafortunado” de una crónica , por no decir que clama al código deontológico, y leo al autor lanzando basura a diestro y siniestro, arremetiendo contra cualquiera que ose contradecirle a la vez que conmina a la organización a la complicidad con su estrategia desde su blog personal: “el fenómeno mediático originado tras el “leve incidente” constituye una oportunidad que, debidamente encauzada, beneficiará a los promotores del asunto”. Me alegro de que esto sea una excepción dentro de lo publicado por otros profesionales del periodismo del Jazz. Me indigna que la excepción sea protagonista relevante. Me reconforta que desde la radio pública se denuncie y critique este tipo de actitudes, y al final me recuerda aquella frase de Macbeth: “un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, que no significa nada". Ya que el individuo en cuestión no parece que vaya a dar marcha atrás, sería de agradecer que el periódico al que representa dijera algo. Pero seguro que estará satisfecho del impacto mediático que supone eso de vender crispación.

Antonio Aguirre
Aprendiz de todo, maestro de nada

19 de diciembre de 2009 12:09  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Totalmente de acuerdo contigo, Antonio.
Llama la atención que después del anunciado "punto final" por parte de Chema García Martínez en Jazz Y Otras Hierbas, este periodista vuelva a regodearse allí en el tema, publicando mensajes de los amigos y los episodios de la saga de Sigüenza en El País.
Aún estoy esperando que Chema García pida disculpas a los lectores o al menos al agente de la Guardia Civil al que ha ridiculizado con sus mentiras. Éste apenas hizo constar en su acta que aquella era una música que a él se le escapaba, nada de juicio sumarísimo ni de esas mandangas que nos cuenta ese "Mariñas" del jazz.
Saludos,

Juanjo

30 de diciembre de 2009 19:34  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Para García Martínez:

Yo no dije que Pablo Sanz estuviese en el concierto de Ochs. Dije que Pachi Tapiz, Javier de Cambra y Pablo Sanz sí nos contaron la verdad, mientras que El País, no.

Juanjo

30 de diciembre de 2009 19:41  

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